sábado, 4 de febrero de 2017

LA VISIÓN.

El pintor francés Dagnan-Bouveret, pintando su obra "Le Pardon en Bretagne", 1886.

Es necesario decir algo acerca de la visión, si queremos tener una captación cierta, del concepto de forma. Examinemos crudamente, lo que conocemos sobre la visión. La ciencia nos dice, que todos los objetos, se hacen visibles ante nosotros, por medio de la luz; y que la luz blanca, por la cual vemos las cosas (en lo que puede llamarse, su aspecto normal), se compone de todos los colores del espectro solar.
Esta luz, viaja en línea recta y al tocar los objetos que están ante nosotros, se refleja en todas direcciones. Algunos de esos rayos, llegan a nuestra retina, multiplicándose sobre ella, produciendo una imagen de lo que tenemos ante nuestros ojos.
Lo que principalmente nos concierne, es el hecho, que las imágenes en nuestra retina, son planas (solo tienen dos dimensiones), las mismas que tiene la tela, sobre la cual pintamos. Si tú analizas esas imágenes desprejuiciadamente, veras que se componen de masas de color, en infinita variedad y complejidad, de diferentes formas y gradaciones, y con mucha variedad en sus bordes; eso da al ojo, la ilusión del natural, con sus distancias y profundidades reales.
Observando entonces, que nuestros ojos tienen solo imágenes planas, que contienen información en dos dimensiones, acerca del mundo objetivo, ¿de donde nos viene, el conocimiento de la distancia y de la solidez de los objetos ?.... ¿cómo es que vemos la tercera dimensión, la profundidad y el grosor, por medio de imágenes planas de dos dimensiones?
El poder para juzgar las distancias, se debe principalmente, a nuestra posesión de dos ojos, situados en posiciones ligeramente diferentes, desde los cuales, obtenemos dos visiones de los objetos, y también, se debe al poder poseído por los ojos, para enfocar o desenfocar a diferentes distancias.
El hecho que tengamos dos imágenes planas en nuestras retinas, y que podemos enfocar y desenfocar en diferentes planos, podría no ser suficiente, para rendir cuenta a nuestro conocimiento, de la solidez de las formas en el mundo objetivo;  si no estuvieran relacionados, con el sentido del tacto.
Mientras el desarrollo de la percepción de las cosas, se había estado llevando, sobre el lado puramente visual de la cuestión, la observación de la imagen sobre la retina, por lo que ella es, como forma y color, había sido descuidada (de tal forma, que cuando un niño viene, e intenta dibujar, la visión no es el sentido que consulta). La idea mental del mundo objetivo, ha crecido en su mente, asociándose más directamente con el tacto, que con la visión. De manera que si se le pide, que dibuje una cabeza por ejemplo, el pensara de ella, como un objeto que tiene un limite continuo en el espacio;  su mente instintivamente concebirá tal limite, como una línea.
El término “finalización” en arte, no tiene conexión con el monto de detalles en un cuadro, tal cosa solo tiene referencia, a la completación con la cual, la idea emocional necesita ser expresada.
Recordemos entonces, que hay la percepción puramente mental, fundada principalmente, sobre el conocimiento derivado de nuestro sentido del tacto y asociado con la visión; cuyo primitivo instinto, es poner un contorno para rodear los objetos, que representa sus limites en el espacio. Tenemos también, la percepción visual, la cual esta relacionada, con el aspecto visual de los objetos, tal como aparecen sobre la retina. Esos dos puntos de vista, nos dan también, dos maneras diversas, de abordar la representación del mundo visible.


Fuente consultada:
Harold Speed, THE PRACTICE AND SCIENCE OF DRAWING, Dover Publications INC, tercera edición, New York, USA, 1972.
Resumen y traducción libre del pintor José Peña, Caracas 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario